lunes, 11 de enero de 2016

El Papa elige España para llevar a Europa su plan de apoyo escolar

El Papa Francisco, el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro y el director mundial de Scholas, José María del Corral se reúnen mañana en el Vaticano para decidir la fecha de lanzamiento, que será en el mes de noviembre
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José María del Corral, director mundial de Scholas - jaime garcía
J.G. Stegmann - Roma - 12/10/2015 a las 00:00:01h. - Act. a las 13:38:25h.Guardado en: SOCIEDAD
«Me echaron de siete colegios, la primera vez, solo tenía 5 años...Algo del “lío” del que habla el Papa conozco», cuenta entre risas, José María del Corral. Amigo del Papa desde hace 20 años y la única persona de su entorno que lo acompañó en la misa de inauguración de su Pontificado el 19 de marzo de 2013, es hoy, por designación del Papa, director mundial de ScholasOcurrentes, la entidad internacional sin fines de lucro impulsada por el Santo Padre que trabaja con escuelas públicas y privadas de todas las confesiones religiosas y laicas para «revolucionar» la educación y rehacer el pacto educativo.
Del Corral fue echado del colegio con tan solo cinco años y hoy está al frente de la fundación educativa con mayor alcance del mundo y la única reconocida canónicamente y declarada de derecho pontificio. Pero no es paradójico, sino todo lo contrario. «Era muy liero, inquieto desde pequeño, nunca me gustó el sistema escolar, me parecía muy artificial», explica.
Precisamente por ello, Francisco pensó en él cuando decidió tender puentes y «cambiar el mundo desde la educación», de hecho, le pidió también que se sentara con su guardapolvo blanco de docente a su lado el día de su asunción. «Sí, como dice Francisco queremos cambiar el mundo, por eso decimos que estamos locos.
El Papa no deja sus ideas en el tintero, se moja, tiene un gran nivel de compromiso con Scholas, es un jefe impresionante, con todo lo que tiene en la cabeza, está pendiente permanentemente de cómo marcha la fundación», cuenta del Corral, que tuvo una vida algo parecida a la de Francisco. Quedándole solo tres asignaturas para graduarse de economista, se metió en el seminario. Francisco iba a estudiar Medicina y también abandonó la carrera por su vocación religiosa. La diferencia es que Del Corral no llegó a ordenarse, pero eso lo llevó por otros derroteros.

«Él conoció mis locuras y yo su sabiduría y me animó a hacer algo con los jóvenes»

Antes de abandonar el seminario se metió a trabajar, como el Papa, en las chabolas de Buenos Aires. «De ahí, volví al ámbito empresarial y me vi en un edificio de 23 pisos trabajando con grandes empresas y me di cuenta de que eso no era lo mío». Este teólogo, filósofo y pedagogo se retiró del mundo bancario y se metió a dar clases de Teología en la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica Argentina. Conociendo su andadura, el Papa, en ese momento Arzobispo de Buenos Aires, lo designó presidente del Consejo General de Educación. «Él conoció mis locuras y yo su sabiduría y me animó a hacer algo con los jóvenes».
El primer proyecto consistió en juntar a jóvenes musulmanes, católicos y judíos fuera de las aulas para que se conozcan, y a su vez, refuercen su propia identidad dentro de la convivencia. De ese encuentro, Bergoglio accedió al pedido de los jóvenes de ir al Congreso y fue así como «surgió la ley 2.169, votada por unanimidad y que declaraba a Buenos Aires como Ciudad Educativa».

«La sociedad es la que debe reeducar»

Pero ese fue solo el comienzo. «Empezamos trabajando con 70 colegios y cuatro años después, contábamos con 7.000 estudiantes de todo tipo de escuelas, nos convertimos en el programa educativo más grande de Buenos Aires». De esta forma, tomaba forma, aunque sin saberlo, lo que después sería Scholas, semilla de la Escuela de Vecinos, lanzada por Bergoglio en Buenos Aires cuando era Arzobispo y dirigida por Del Corral.
Este pequeño proyecto impulsó al Papa a extender en todo el mundo Scholas. «La educación no pasa por el aula artificial, lo que les dicen en el colegio, sino por la vida real, algo tan obvio como eso. Por eso llegamos a esta idea con el Papa, de que es la sociedad es la que debe reeducar, no dejarle toda la responsabilidad a los docentes».

Recuperar la esperanza cívica

Scholas busca escuchar a los adolescentes en vez de hablarles, tender puentes fuera de las aulas y centrarse, sobre todo, en aquellos en riesgo de vulnerabilidad. Hoy, Scholas trabaja en más de 71 países de los cinco continentes y conecta a más de 400.000 escuelas públicas y privadas.
«Queremos que los jóvenes de distintos colegios, barrios y niveles sociales se unan y cuenten lo que les pasa, sus problemas. Cuando ven que existen soluciones, recuperan la esperanza cívica, que es una expresión de la esperanza cristiana», explica Del Corral. Así, han ayudado a alzar la voz, por poner solo unos ejemplos, a los jóvenes cubanos que se reunieron con sus pares estadounidenses y que pudieron charlar con Francisco.
«Los primeros, pidiéndole que hiciera algo por el embargo, los segundos, confesando que no encontraban sentido a sus vidas y que no les bastaba con ir a buen colegio para ser felices», narra Del Corral. También en Paraguay, en el último viaje del Papa, «una joven le contó a Francisco, delante de todas las autoridades, que había sido abusada y que para ella era natural, hasta que comprendió que podía construir algo distinto».

«Las reformas educativas son parches»

Pero también Scholas quiere meterse en los programas, aconsejar otras metodologías porque «las reformas educativas son siempre parches, siguen pensando en meter al joven, que no existe, que no es real, dentro de un sistema que está agotado en sí mismo. Y esto interesa a algunos sectores, son los falsos progresismos. Si los jóvenes se juntan, piensan y si piensan, cambian. Los docentes les decimos cuando nos preguntan para qué sirve lo que estudian que «les vendrá bien en la vida o que ya lo entenderán de mayores». Por eso, en Scholas en vez de forzar a los chicos al sistema,queremos llevar la educación a la realidad y por eso construimos desde la tecnología, el deportes y el arte».
«En vez sacarlos de la tecnología, nos metemos en sus móviles, para cuando entren se encuentren con nosotros, con los valores de la cultura del encuentro. Respecto al arte, ayuda a recuperar la dimensión de trascendencia, no es una “cosa de chicas” como se quiere vender. La educación perdió la dimensión del arte, se la considera la asignatura más inútil ¡y es al revés! Forma un artista y habrás formado un ciudadano.

«Francisco me pide que los jóvenes tengan su espacio»

En cuanto al deporte, tomamos las palabras del Papa, que dice que hay que trabajar en equipo, generar comunidad. El deporte es escuela de vida, Scholas desarrolla el programa «FutVal», es decir, fútbol con valores que está presente en 27 ciudades de distintos países de Latinoamérica y así conseguimos que los chicos se unan y salgan así de las drogas, o de la calle, sobre todo los que no van a la escuela y están en mayor riesgo, que son los que más le preocupan al Papa. «Cada vez que me encuentro con él me pide que los jóvenes tengan su espacio, que sean protagonistas y que tengamos en cuenta a los que menos posibilidades tienen. También, que no despreciemos ninguna invitación y que vayamos a todos los países aunque sea cansador».
Aparte de estas tres dimensiones, Scholas trabaja en cuatro líneas: el olivo, que se lleva a cabo en eventos deportivos y donde siempre se planta un olivo, como el que Messi le entregó al Papa cuando se jugó el amistoso entre Italia y Argentina en honor al Santo Padre y que posteriormente se plantó en el Olímpico romano.
Las otras líneas consisten en el apoyo a otros proyectos, la apuesta por una red mundial de escuelas en las que se compartan proyectos entre alumnos de todas partes del mundo y finalmente, los programas propios, como el caso de Scholas Ciudadanía, con el que se aterrizará en España. «Se hará aquí el relanzamiento de Scholas, que será, de hecho, la primera experiencia de Europa de la organización. La idea nació en Argentina pero es mundial y por eso pensamos en España porque el Papa considera que es el mejor país para pensar en internacional. Lo hablamos con el arzobispo de Madrid, Carlos Osoro y estuvo de acuerdo. Este país tiene una potencialidad enorme para nosotros, esa fuerza en su historia y en sus raíces...Además, cuando el Papa habla con el corazón habla en español, tiene que ver la lengua y que España tiene una capacidad para difundir este proyecto de forma potente que otros países de la comunidad no tienen».
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